Si quiere vivir la adrenalina de la verdadera lucha libre, debe visitar la Arena Puebla. Su mobiliario y edificio no han sufrido modificación alguna y se encuentran como en la lucha inaugural, el sábado 18 de julio de 1953, cuando el Santo, el enmascarado de Plata, hizo tercia con “Cavernario Galindo” y “El Verdugo”. Cada lunes, como es tradición, las luces se encienden y se escucha retumbar: “Lucharán...”

En 1650 se inició la construcción de la capilla dedicada a la Virgen del Rosario en este convento. Después de 40 años de arduo trabajo, la capilla fue abierta y consagrada por el obispo Manuel Fernán dez de Santa Cruz el 16 de abril de 1690, fecha que concuerda con la de fundación de la ciudad.

La Biblioteca Palafoxiana refleja la herencia y tradición intelectual del conocimiento occidental en tierras americanas, conservando la distribución, orden y clasificación de su acervo, tal y cómo se dispuso hace más de 200 años.

*Para visitar el interior, solicite un guía en el Centro de Atención al Visitante ubicado junto a la puerta principal del Palacio municipal. Desde los orígenes de la ciudad de Puebla en el siglo XVI, el espacio que ocupa el actual Palacio Municipal ha sido siempre el lugar donde se encuentra la sede del gobierno de esta ciudad. El edificio actual fue construido a finales del siglo XIX y principios del XX.

El zócalo de Puebla es un lugar donde se puede descansar y tomarse un respiro rodeado por los centenarios laureles de la India, cipreses, palmeras, araucarias, cedros limón y fresnos, que hacen de este lugar un plácido espacio para disfrutar de la hermosa arquitectura poblana.

Cuando se fundó la Ciudad de los Ángeles, hoy Puebla, no había planes de construir una Catedral. En aquella época esta nueva ciudad era parte del obispado con sede en Tlaxcala. No obstante, en 1538 todo cambió cuando se decidió trasladar la sede a la Ciudad de los Ángeles. ¿Y dónde estuvo la primera Catedral? Pues en el espacio que hoy ocupa el gran atrio.